viernes, 29 de agosto de 2014

Los Juegos del Relato

¿Recibís amigos en tu casa y no sabés cómo entretenerlos? ¿Ya les pasaste 500 veces el video de tu casamiento y tu música los duerme? Para que esto no suceda llegaron Los Juegos del Relato, un sano divertimiento para niños de 0 a 99 años. Ya están en las mejores jugueterías del país. Y a precios cuidados.

domingo, 17 de agosto de 2014

Soldado que huye...

Como todo el mundo sabe, las discusiones políticas han venido para quedarse. No hay cumpleaños, almuerzo de trabajo, fiesta navideña o lo que corno sea que no termine en un acalorado intercambio de opiniones entre los que están a favor o en contra del Gobierno. A veces prima la tolerancia y el respeto por las ideas del otro y a veces no, lo que ocasiona que familiares o amigotes de toda la vida lleguen al extremo de no hablarse más o traten de cruzarse lo menos posible.
Pero como todo tiene solución, desde este blog se me ocurrió hacer un pequeño aporte para tratar de aquietar las aguas. O mejor aún, para que directamente no se agiten. ¿De qué forma? Muy fácil, lo que sigue es una descripción de los síntomas que puede presentar tu ocasional interlocutor, que, cual alerta roja, te indican que la charla va camino a pudrirse en cualquier momento. Y está en vos darle temerariamente para adelante o clavar los frenos a tiempo para evitar que la sangre llegue al río.
 
SÍNTOMAS K EN UNA CHARLA
 
VOS: Che, qué complicado está el tema de la inseguridad. Algo tienen que hacer...
INTERLOCUTOR: Mirá... es relativo. El tema “inseguridad” está muy manijeado por los medios, qué querés que te diga.
Peligro. Cambiá de tema; lo que viene a continuación es un alegato en contra de la derecha, Clarín, TN y la velada acusación de que sos un nabo llevado de las narices por la corpo mediática. Además, te va a tratar de convencer de que los últimos 20 crímenes salvajes producidos en el Conurbano, en realidad son uno solo repetido esa misma cantidad de veces.
 
VOS: Me preocupa la recesión económica que hay. En algunos lados ya están empezando a rajar gente...
INTERLOCUTOR: Qué sé yo (con cara de culo)... yo lo único que veo es que los bondis a la mañana van llenos y los findes largos se raja todo el mundo a la Costa. Mejor que en el 2001 estamos...
Peligro. Todo K que se precie, en algún momento va a pronunciar la palabrita “2001”, no falla. Huí hacia otro tema. Hablá de la reconciliación de Rial con la Niña Loly o de las “previas” de la Xipolitakis. Si se la seguís a muerte te va a acusar de querer volver al neoliberalismo, a los ’90 y a la Alemania nazi.
 
VOS: La inflación nos está matando, es increíble cómo aumentan las cosas.
INTERLOCUTOR: Pero mirá que los sueldos también están aumentando, ¿eh? Además fomenta el consumo.
Peligro. Frená ahí. Seguramente este muchacho era de los que en su tierna juventud se horrorizaba con la híper de Alfonsín pero ahora, en su reflexiva madurez, el aumento de las cosas parece encontrarlo en paz consigo mismo. Consejo extra: ni se te ocurra mencionar el “1 a 1” porque te va a acusar de todo lo mencionado en el ejemplo de arriba.
 
VOS: Yo creo que Boudou tendría que pedir licencia hasta que se aclare su situación.
INTERLOCUTOR: ¿Y Macri, entonces? También está procesado y no se le mueve un pelo. De eso los medios no dicen nada.
Peligro. Estás frente a otro clásico de la liturgia K: justificar una barbaridad con otra y de paso cañazo pegarle a los medios. Desensillá hasta que aclare porque a continuación vendrán frases como “todavía no se le probó nada”, “que actúe la justicia” y “se la tienen jurada porque estatizó las AFJP”. No se te ocurra mencionar nada sobre La Mancha de Rolando porque te va a contragolpear con el Freddy Mercury de Mauri. Y salís perdiendo.
 
VOS: Yo creo que tendría que hacerse algo con respecto a la corrupción.
INTERLOCUTOR: Mirá, corrupción hubo siempre (con tono despreocupado). Acordate de la época del Turco.
Peligro. Plantate acá. Es otra batalla perdida; estás frente a un tipo que ha decidido tomar como normal algo tan repudiable como los oscuros negociados y el choreo. Pero dale tiempo al muchacho este, tenele fe; es muy probable que la corrupción comience a molestarle nuevamente cuando venga un gobierno que no sea de su ideología ni de su agrado.
 
VOS: Che, tengo un amigo que estuvo en Europa y volvió maravillado.
INTERLOCUTOR: Mirá... no sé de qué se maravilla, tienen impuestos altos, desocupación, racismo, conflictos sociales...
Peligro. Stop. Otro clásico nac & pop: pasparse cuando alguien menciona las bondades de otros países (a no ser que sean los del eje bolivariano, claro está). Deponé tu actitud. Cambiá de tema o empezá a elogiar a la Argentina para inclinar un toque la balanza. Caso contrario, este señor va a terminar disparando frases como “que se vayan a vivir allá, acá no los queremos”, o “en esos ‘paisitos’ que tanto aman algunos, no sabés cómo tratan a los latinos”.
 
SÍNTOMAS ANTI-K EN UNA CHARLA
 
VOS: Me parece una idea piola lo de la Asignación Universal por Hijo.
INTERLOCUTOR: Hay que darles laburo, no dádivas...
Peligro. Reculá. De ahí a afirmar que los planes sociales son “una fábrica de vagos” hay un solo paso. Y de ahí a vociferar que van a los actos por el chori y la Coca hay otro trecho más corto todavía. No lo provoques más; en su desordenada embestida puede llegar a tildarte de ñoqui, de ciber K, de pro iraní y acusarte de salir de joda con D’Elía.
 
VOS: Qué contento me puso que Estela de Carlotto haya encontrado a su nieto.
INTERLOCUTOR: Mmmm... Yo tengo algunas dudas. Justo aparece en este momento...
Peligro. Detente, muchacho. Si se la seguís, este desquiciado va a poner en duda a la Madres, a la Abuelas, al terrorismo de estado y a los 30.000 desaparecidos. Va a asegurar que a vos te lava la cabeza “678”, “Duro de Domar”, Víctor Hugo, el relator militante y los documentales de animalitos del canal Encuentro.
 
VOS: Me encantó el recital de rock que dieron ayer en el acto de Plaza de Mayo.
INTERLOCUTOR: Je, quisiera saber cuánto cobraron algunos de esos...
Peligro. Pará la pelota. Si entrás en la pelea te va a asegurar que cualquiera de los músicos que subió al escenario no te afina una guitarra ni te toca una armónica por menos de medio palo. Y que él tuvo acceso a las facturas y los contratos. Abandoná la charla antes de que diga muy convencido que en tus ratos libres le escribís algunos temas a Fito, a Santaolalla y a Copani.
 
VOS: Me encanta la política de Derechos Humanos que impulsó este gobierno.
INTERLOCUTOR: ¿Derechos humanos de quién? (con cara de sacado).
Peligro. Esa pregunta puede llegar a ser la antesala de un discurso reaccionario. Andate al mazo. Si recogés el guante, al minuto va a reclamar mano dura, a los dos, paredón de fusilamiento para cualquier ladrón de gallinas, y a los tres, te va a acusar de pertenecer al Vatayón Militante.
 
VOS: Yo este verano me voy a dedicar a hacer turismo por el país.
INTERLOCUTOR: Y... no te queda otra, si estos no te dejan comprar un puto dólar...
Peligro. No hagas las valijas, todavía. Volanteá. Hablale de la ida de Riquelme a Argentinos Juniors o de lo bien que condujo aquel almuerzo la nieta de Mirtha Legrand. Si en cambio aceptás el duelo, este sujeto te va a confesar que estamos bajo la más feroz de las dictaduras y que tenemos menos libertad para salir del país que los cubanos.
 
VOS: ¿Sabés qué bien que viajé el otro día por Aerolíneas?
INTERLOCUTOR: Debés ser el único...
Peligro. Contenete. Seguramente te va a contar que al primo del cuñado de un amigo, una azafata le sirvió la gaseosa caliente, no le dejó repetir el flan con dulce de leche y lo cagó a pedos porque quiso chorearse un tenedor. Y según su teoría, la empresa pierde millones por día porque La Cámpora reparte “sobres” a todo el mundo, incluido a vos.
 
Estimados amigos, creo que después de leer este instructivo ya pueden concurrir a cualquier bautismo, asado, bat mitzvá o té canasta más que tranquilos. Ya tienen las herramientas como para detectar tempranamente a estos personajes que hacen de la discusión política una cuestión de vida o muerte. No jueguen con fuego; sigan al pie de la letra estos humildes consejos si no quieren ser acusados de “choripaneros”, “militontos”, “cipayos” o “empleados de Magnetto”.

domingo, 23 de marzo de 2014

Cambia, todo cambia...

Nadie puede negar que la del ‘90 fue una década políticamente controvertida para la Argentina. Hubo de todo: neoliberalismo salvaje, corrupción, atentados, frivolidad, ostentación, despilfarro, sueldos magros, desindustrialización, etc, etc, etc... Y hubo opositores, intelectuales y sectores progresistas de la sociedad que en su momento alzaron enérgicamente la voz en contra de estas cuestiones no precisamente beneficiosas para el país. Pero claro, el tiempo, la política y los intereses partidarios –y personales- producen milagros, entre ellos lograr que gran porcentaje de esos antiguos desconformes hoy le hayan hecho algunos “retoquecitos” a su discurso. Lo adaptaron a los hermosos tiempos que corren, bah. Al que le quepa el sayo que se lo ponga.